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PARTIENDO LA PANA

UN POCO DEPRE

Llevo unos días un poco depre y no sé si será por estos calores o porque ya me veo venir el mes que viene las pruebas médicas y las visitas con la neuróloga(es posible que tenga EM pero aún no se sabe). Y yo que no lo he dicho pero soy una cagona que le tiene pánico a todas estas cosas pues ya le estoy dando vueltas a la cabeza. Bueno voy a meterme un rato en la piscinilla a ver si se me aclaran un poco las ideas. Puede que debajo del agua piense de forma un poco diferente. Ah, prometo no estar más de un minuto bajo el agua, que si no sería suicidio y la verdad que por muy depre que esté pues casi que no.

CARACOLES

Me encantan los caracoles pero creo que voy a estar una temporada larga sin volver a comerlos. El domingo los hice con su salsita, con sus guindillitas, buenísimos.
Pero claro, una con estos calores a penas tiene ganas de comer.
Me sobraron bastantes y antes de acostarme los guardé en la nevera, prometiéndome a mi
misma no probar ni uno durante la madrugada (no lo he dicho pero me encanta comer
a esas horas).
Las dos de la madrugada: haya voy yo derecha a la nevera.
Total dos o tres no me pueden hacer daño, pensé.
De dos o tres pasé a cuatro o cinco y al final a un platito, acompañados eso si de su
correspondiente vaso de coca cola fresquita. Que agusto me fui a la cama!
Las ocho de la mañana del día siguiente: haya voy yo derecha al lavabo, menudas vomiteras!
Llevo dos días con el estómago hecho una pena.
Me he prometido a mi misma no volver a comer caracoles durante mucho tiempo y mucho menos
a esas horas. Qué lástima con lo buenos que están!
No sé aún creo que me quedan unos pocos en la nevera. Voy a ir ahora mismo y los voy a tirar directamente al cubo de la basura. Faltaba plus!

DICHOSOS MOSQUITOS

No he pegado ojo en toda la noche. Estoy que me caigo y todo por los dichosos mosquitos. Todo empezó a eso de las ocho de la tarde. Te sales a la terraza para estar un poco fresquita y lo único que consigues es acabar acribillada por estos malditos insectos. Harta de arrascarme por todas partes y con un cabreo del demonio allá a las diez decido acostarme. Pero que sorpresa cuando al cabo de un rato me doy cuenta que ellos tambien han decidido irse a mi habitación. Me tapo hasta la cabeza y allá a las doce de la noche decido que no sé que será peor si aguantar las picaduras o el terrible calor que hace. Me decido por la primera opción. A las dos horas totalmente cabreada otra vez me levanto y voy a por el insecticida, y cuando estoy apunto de echarlo me acuerdo de la semana pasada en la que en una situación parecida a esta en vez de matar los mosquitos casi me cargo a mi pareja por intoxicación. Pobrecillo, me dijo de todo menos bonita. Asi que decido acostarme y volverme a tapar la cabeza, menudo calor he pasado! Hoy me compro una escafandra, con aire acondicionado, eso si.